Autor: Joel Barraza
Mi relación con las letras y la literatura tomó camino cuando ingresé a quinto grado de un colegio privado en donde yo no era ninguna lumbrera.
El profesor Henríquez tuvo la brillante idea de promover un concurso de “Recitar un poema” y mi abuela decidió que había llegado el momento de ondear el blasón familiar. Fui un éxito, relativo, pués nada es más inusual que a la edad de diez años recites un poema quilométrico adornado de gestos propios del oficio.
A los catorce años leí de Hesse dos obras, El Lobo de las Estepas y Demian.
A los diecisiete años sufrí al leer aquellas palabras sin sentido salidas de mi propia mano, y que habían plasmado, sin querer queriendo, mi descalabro mental en términos de literatura.
Más precavido pero igualmente aventado, Lo intenté nuevamente a los veintiuno. Ataque el cuaderno con frases tan demoledoras como “El infinito pesar de lo inefable”... no eran más que las desesperadas ganas de reconocimiento que tiene la juventud.
A los treinta años, ya me sentía todo un Joel Barraza y lo tomé a pecho. Me senté hasta lograr algo para exponer a la mirada ajena. No pasó nada. Pero a partir de entonces, todo fue oficio, es decir: paciencia, atención y tiempo. Habia pués, llegado a los cuarenta.
En la actualidad, me dedico siempre que puedo a escribir lo que me emociona de mi entorno, lo que me mueve en mi imaginación y ambición. Pero ahora, tenemos internet y existen plataformas sociales y además tenemos Blogs. Han pasado cuarenta años desde aquellas mis primeras letras. Mi nombre es Joel Barraza, pasen adelante, gracias por venir, la mesa está servida.
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